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Barreda: “Es imprescindible afrontar la realidad de la memoria pues el presente depende del pasado”
2009/06/11 11:40 | -k bidalia webmaster2 | Esteka iraunkorrak | Salud y MujerFuente: lacerca.com
La consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, se propone ampliar las ayudas económicas por hijo «hasta los 10 años» para que los hogares vascos puedan hacer frente a la crisis económica. De momento, la Ley de Apoyo a las Familias aprobada por el Parlamento de Vitoria sólo establece que, en 2020, los subsidios deberán haberse extendido paulatinamente desde el límite actual de 7 años -sólo cuando se trata del tercer hijo-, hasta los 18. Sin embargo, como la normativa no concreta a qué ritmo debe producirse tal ampliación, el propósito de Zabaleta es acelerar el proceso, empezando por los tramos de edad más bajos.
Al acto, que tuvo lugar en la sala María Zambrano del Círculo de Bellas Artes, asistió también la escritora ciudadrealeña Ángela Vallvey, que destacó la “maduración literaria del autor” que, afirmó, “ha nacido directamente como maestro y no como discípulo”.
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, destacó este miércoles la importancia de afrontar la realidad de la memoria, en toda su crudeza, para analizarla, asumirla y evitar que lo negativo se superponga a lo positivo de tal manera que dificulte nuestro presente y comprometa nuestro futuro.
Barreda quiso así recalcar que el presente depende del pasado y que el futuro no se construye sobre la nada, declaraciones que realizó durante la presentación de la última obra del escritor Joaquín Barrero, ‘Una mañana de marzo’, una novela que, según explicó el presidente, “es un auténtico fresco del último tercio del siglo XX y principios del XXI que te atrapa desde el primer momento”.
El presidente castellano-manchego destacó la calidad de este libro que en sus páginas presenta la evolución de los grandes acontecimientos que han caracterizado este periodo histórico, al tiempo que valoró la ‘intrahistoria’ que protagonizan sus múltiples personajes, “héroes anónimos, víctimas de un odio que los desterró”.
“Joaquín ha escrito un libro inteligente que, en forma de novela negra, va aumentando su interés hasta atraparte”, aseguró Barreda, que concluyó recordando que esto es precisamente lo que ocurre “siempre que se escribe un buen libro”.
El acto, que se desarrolló en la Sala María Zambrano del Círculo de Bellas Artes madrileño, contó también con la presencia de la escritora ciudadrealeña Ángela Vallvey, que destacó la “maduración literaria del autor” que, afirmó, “ha nacido directamente como maestro y no como discípulo”.
Para Vallvey, algunos de los principales protagonistas de las obras de Joaquín Barrero son auténticos “arqueólogos de la memoria” que con sus aventuras recorren la historia y nos recuerdan algunos de los principales acontecimientos que la han marcado.
“Espero que haya muchas más mañanas en tus páginas y en tus historias”, afirmó la autora, que también estuvo acompañada por el editor de Ediciones B, Ricardo Artola, que fue el encargado de presentar el acto.
Por su parte, el autor de ‘Una mañana de marzo’ agradeció al presidente su presencia y destacó su formación humanística que recientemente culminó con la imposición de la Medalla de Bellas Artes. Asimismo, Barrero aseguró no entender “un mundo sin libros” y recordó que la fórmula para que éstos no desaparezcan es, sin duda, escribir buenas obras que atrapen al lector. “Un libro es muchas cosas, pero todas son bellas”, concluyó.
‘Una mañana de marzo’
Se trata de la tercera entrega de las pesquisas de Corazón Rodríguez, detective privado que, en esta ocasión, debe enfrentarse al asalto de su propio despacho, del que desaparecen todos sus archivos. Este planteamiento permite desarrollar cuatro historias aparentemente inconexas, tres de las cuales transcurren en 2003 y una durante la Guerra Civil española.
Podemos considerar esta obra como una novela histórica, incluso como una novela de la memoria, donde se recogen los avatares por los que pasan una serie de personajes, con especial protagonismo de un grupo de ‘niños de la Guerra’ enviados a la URSS en 1937.
Joaquín Barrero nació en Madrid, aunque tiene raíces asturianas. Fue emigrante en Venezuela antes de sentirse atraído por el comercio exterior, lo que le llevó a viajar por gran parte de Europa, Norteamérica, África, Oriente medio y toda Iberoamérica.
Gran amante de la literatura, este viajero empedernido debutó con ‘El tiempo escondido’, obra que resultó finalista del premio Memorial Silverio Cañada en la XIX Semana Negra de Gijón en 2005. Con su segunda novela, ‘La niebla herida’, se consagró como un escritor de éxito.
El acto, que se desarrolló en la Sala María Zambrano del Círculo de Bellas Artes madrileño, contó también con la presencia de la escritora ciudadrealeña Ángela Vallvey, que destacó la “maduración literaria del autor” que, afirmó, “ha nacido directamente como maestro y no como discípulo”.
Para Vallvey, algunos de los principales protagonistas de las obras de Joaquín Barrero son auténticos “arqueólogos de la memoria” que con sus aventuras recorren la historia y nos recuerdan algunos de los principales acontecimientos que la han marcado.
“Espero que haya muchas más mañanas en tus páginas y en tus historias”, afirmó la autora, que también estuvo acompañada por el editor de Ediciones B, Ricardo Artola, que fue el encargado de presentar el acto.
Por su parte, el autor de ‘Una mañana de marzo’ agradeció al presidente su presencia y destacó su formación humanística que recientemente culminó con la imposición de la Medalla de Bellas Artes. Asimismo, Barrero aseguró no entender “un mundo sin libros” y recordó que la fórmula para que éstos no desaparezcan es, sin duda, escribir buenas obras que atrapen al lector. “Un libro es muchas cosas, pero todas son bellas”, concluyó.
‘Una mañana de marzo’
Se trata de la tercera entrega de las pesquisas de Corazón Rodríguez, detective privado que, en esta ocasión, debe enfrentarse al asalto de su propio despacho, del que desaparecen todos sus archivos. Este planteamiento permite desarrollar cuatro historias aparentemente inconexas, tres de las cuales transcurren en 2003 y una durante la Guerra Civil española.
Podemos considerar esta obra como una novela histórica, incluso como una novela de la memoria, donde se recogen los avatares por los que pasan una serie de personajes, con especial protagonismo de un grupo de ‘niños de la Guerra’ enviados a la URSS en 1937.
Joaquín Barrero nació en Madrid, aunque tiene raíces asturianas. Fue emigrante en Venezuela antes de sentirse atraído por el comercio exterior, lo que le llevó a viajar por gran parte de Europa, Norteamérica, África, Oriente medio y toda Iberoamérica.
Gran amante de la literatura, este viajero empedernido debutó con ‘El tiempo escondido’, obra que resultó finalista del premio Memorial Silverio Cañada en la XIX Semana Negra de Gijón en 2005. Con su segunda novela, ‘La niebla herida’, se consagró como un escritor de éxito.