Noticiero por la Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres - Maiatza 2007
Fuente: J. RESYM (obsym.org)
La revisión de los textos escolares indica que aún hay carencias en el uso del lenguaje y faltan personajes femeninos
El cuidado de las personas dependientes, enfermos y familiares tiene nombre femenino. La mujer, por lo general es la cuidadora, lo ha sido siempre y el rol parece mantenerse. El 90% de las mujeres vive con la persona atendida y el cuidado es diario e intensivo. Ese cuidado aumenta el riesgo de enfermedades y trastornos en la mujer, como depresión, estrés, trastornos del sueño, fatiga..., y aún así no recurre a los servicios de salud para ella como lo haría con la persona o personas de las que es cuidadora, madre o familiar.
Las campañas de salud de la mujer y diversos colectivos insisten en el cuidado y atención de la mujer consigo misma. También llaman la atención en la diferencia de género en cuanto a salud, tanto en investigación, como en recursos y servicios.
Las enfermedades cardiovasculares, a pesar de ser la principal causa de mortalidad en hombres y mujeres, no afectan por igual a ambos sexos, ni responden por igual a los tratamientos, porque hay diferencias biológicas, el infarto es más frecuente en el hombre, el ictus en la mujer... Y es que la mayoría de los estudios se han hecho entre hombres, al igual que en otras patologías muy frecuentes, como la obesidad, diabetes, salud mental, incluso cáncer.
Diversas campañas han contribuido a mejorar la salud de la mujer, y a prevenir enfermedades, que de diagnosticarse en estadíos avanzados, pondrían en peligro su vida. Esas campañas con revisiones ginecológicas han contribuido a detectar a tiempo enfermedades graves, como los cánceres ginecológicos, sobre todo el de mama. Un 64% de las españolas dice que la enfermedad que más teme es el cáncer, según el Estudio sobre la Percepción del Cáncer en España, de la Sociedad Española de Oncología Médica.