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Tres millones de mujeres corren riesgo de ablación
2008/02/15 09:27 | -k bidalia webmaster2 | Esteka iraunkorrak | Actuaciones por la IgualdadFuente: Informativos CanalSur(canalsur.es)
Más de 100 millones de mujeres han sufrido mutilación en todo el mundo y en nuestro país unos tres millones están en situación de riesgo. Hoy se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina
Se estima que en el mundo, entre 100 y 140 millones de mujeres tienen los genitales mutilados. Aunque socialmente esta práctica se asocia al desarrollo de ciertas religiones, en Save The Children tienen claro que no hay que buscar razones culturales, porque el fin último de actividades como la ablación no es otro que "controlar el deseo sexual de la mujer" y limitarlo. En la actualidad, se calcula que unos tres millones de mujeres están en riesgo de ser mutiladas por sus familiares o los miembros de su comunidad, no sólo en los países pobres, también en España.
La Organización Mundial de la Salud entiende por mutilación genital femenina (MGF) "todos los procedimientos quirúrgicos que conllevan la ablación parcial o total del aparato genital externo, u otro tipo de lesiones, en los órganos genitales de la mujer por razones culturales o no terapéuticas". Tiene tres manifestaciones principales, la escisión del prepucio, con o sin escisión parcial o total del clítoris; la escisión del clítoris, con escisión total o parcial de los labios menores y la escisión total o parcial de los genitales externos y sutura/estrechamiento de la apertura vaginal (infibulación).
Generalmente, la mutilación se practica en niñas de entre cuatro y 14 años de edad, aunque cada vez se utilizan menores más jóvenes, incluso recién nacidas, para evitar, por un lado, que opongan resistencia en el momento de ejecutar la práctica, y, por otro, que puedan denunciarla, tal y como ha alertado el Fondo para la Población de la ONU (UNFPA). Aunque se trata de una tradición procedente del antiguo Egipto, se practica en distintas religiones por todo Africa y algunas zonas de Asia, de donde salió en los años 70 en forma de movimientos migratorios. Desde entonces, "las hijas de los inmigrantes africanos comienzan ha ser mutiladas en Europa, sobre todo en Francia", denuncia Save The Children.
En España, los primeros casos comenzaron a registrarse a inicios de los años noventa, especialmente en Cataluña. "Muchas de las madres originarias de países subsaharianos que pasan por los servicios de salud pública" tanto allí como en otras autonomías, "llegan con sus genitales mutilados" y, dado que es "una tradición cultural muy arraigada, se deduce que sus hijas pasarán por ese mismo rito e incluso, en muchos casos, las propias madres confiesan su intención de someter a las pequeñas a la práctica de la mutilación", informa la ONG.
En la actualidad, el Código Penal recoge, en sus artículos 149 y 150, que castigan la mutilación de cualquier parte del cuerpo, una referencia específica a la ablación que contempla penas de entre seis meses y hasta doce años y retirada de la patria potestad.
La Organización Mundial de la Salud entiende por mutilación genital femenina (MGF) "todos los procedimientos quirúrgicos que conllevan la ablación parcial o total del aparato genital externo, u otro tipo de lesiones, en los órganos genitales de la mujer por razones culturales o no terapéuticas". Tiene tres manifestaciones principales, la escisión del prepucio, con o sin escisión parcial o total del clítoris; la escisión del clítoris, con escisión total o parcial de los labios menores y la escisión total o parcial de los genitales externos y sutura/estrechamiento de la apertura vaginal (infibulación).
Generalmente, la mutilación se practica en niñas de entre cuatro y 14 años de edad, aunque cada vez se utilizan menores más jóvenes, incluso recién nacidas, para evitar, por un lado, que opongan resistencia en el momento de ejecutar la práctica, y, por otro, que puedan denunciarla, tal y como ha alertado el Fondo para la Población de la ONU (UNFPA). Aunque se trata de una tradición procedente del antiguo Egipto, se practica en distintas religiones por todo Africa y algunas zonas de Asia, de donde salió en los años 70 en forma de movimientos migratorios. Desde entonces, "las hijas de los inmigrantes africanos comienzan ha ser mutiladas en Europa, sobre todo en Francia", denuncia Save The Children.
En España, los primeros casos comenzaron a registrarse a inicios de los años noventa, especialmente en Cataluña. "Muchas de las madres originarias de países subsaharianos que pasan por los servicios de salud pública" tanto allí como en otras autonomías, "llegan con sus genitales mutilados" y, dado que es "una tradición cultural muy arraigada, se deduce que sus hijas pasarán por ese mismo rito e incluso, en muchos casos, las propias madres confiesan su intención de someter a las pequeñas a la práctica de la mutilación", informa la ONG.
En la actualidad, el Código Penal recoge, en sus artículos 149 y 150, que castigan la mutilación de cualquier parte del cuerpo, una referencia específica a la ablación que contempla penas de entre seis meses y hasta doce años y retirada de la patria potestad.