Ikuspegiak
El «teléfono del desahogo» genera controversia e ironía
2008/06/18 15:21 | -k bidalia webmaster2 | Esteka iraunkorrak | Violencia de GéneroFuente: (lne.es)
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, trató ayer de aclarar que el teléfono de atención para hombres, cuya puesta en marcha anunció el lunes en su primera comparecencia en la Comisión de Igualdad en el Congreso de los Diputados, no es para maltratadores sino para hombres, una línea de atención «para resolver sus dudas». Esta intervención trataba de arrojar algo de luz a una polémica que había encendido los ánimos y ha terminado prácticamente en un gran malentendido.
La ministra explicó que son «muchos» los hombres que llaman actualmente al teléfono de atención a la mujer 016 y es eso lo que ha llevado al Ministerio de Igualdad a detectar esta demanda. «Ha sido fruto de una profunda reflexión porque sabíamos que el anuncio de la medida podía ser objeto de polémica. Estamos convencidos que es imprescindible que indaguemos en nuevas fórmulas y que trabajemos sobre una nueva forma de masculinidad», insistió. Pero las reacciones sobre la ineficacia de la medida se han sucedido durante todo el día, ya que inicialmente se había entendido que el teléfono serviría para el desahogo de los maltratadores en los momentos de agresividad. Desde el PP asturiano, la diputada Cristina Coto considera que «quien crea que un agresor va a sustituir la agresión por una llamada de teléfono de desahogo, vive en el país de las maravillas».
Aído explicó que la línea de atención para el hombre es un modelo que ya funciona en Noruega y definió como «imprescindible ir a la causa del problema, al origen» y «actuar necesariamente sobre los hombres». «Tenemos la obligación de promover una reflexión acerca de los nuevos roles de los hombres en el siglo XXI y atender a las nuevas formas de masculinidad», declaró Aído.
La senadora asturiana del PSOE, Carmen Sanjurjo, señaló ayer que el teléfono de atención a maltratadores servirá para su «reeducación» y señaló que podrá ser «un contacto» que les pueda ayudar a «redefinir» su manera de tener una relación de pareja. Desde el Instituto Asturiano de la Mujer la respuesta abunda en la explicación: «lo que se pretende es responder a la demanda de información de hombres que, por ejemplo, no han dudado en recurrir al teléfono de información y asesoramiento jurídico para las mujeres maltratadas, el 016. Lo que ha propuesto la ministra, en definitiva, es un mecanismo más para sumar a los hombres en el proceso de corrección de las desigualdades entre hombres y mujeres», considera María Fernández Campomanes, directora del Instituto de la Mujer
La visión de los expertos está, como en la política, dividida: Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, considera que la idea del teléfono es una «maniobra de distracción o ventilación de la ansiedad, medidas que son buenas para cualquier persona, pero no para tratar a enfermos con problemas a la hora de controlar sus impulsos, su sexualidad o su agresividad».
Pero la medida tiene sus defensores: «Es importante tratar también al maltratador, porque también es una parte del problema», señala Pilar Sampedro, psicóloga del centro de terapia sexual y familiar de Gijón. «Las medidas para ayudar al agresor siempre son impopulares, pero el problema se debe enfocar globalmente», añade. Para ella este tipo de violencia no tiene por qué tener su raíz en una patología sino «un problema relacional». Sin embargo, Bobes insiste en que suelen ser casos de adicciones a sustancias, con graves patologías como el uso abusivo de sustancias. Para él, la iniciativa sólo tiene «efectos ansiolíticos breves y transitorios» y añade «una cosa es manifestar el estrés y otra que eso cure una patología».
Aído explicó que la línea de atención para el hombre es un modelo que ya funciona en Noruega y definió como «imprescindible ir a la causa del problema, al origen» y «actuar necesariamente sobre los hombres». «Tenemos la obligación de promover una reflexión acerca de los nuevos roles de los hombres en el siglo XXI y atender a las nuevas formas de masculinidad», declaró Aído.
La senadora asturiana del PSOE, Carmen Sanjurjo, señaló ayer que el teléfono de atención a maltratadores servirá para su «reeducación» y señaló que podrá ser «un contacto» que les pueda ayudar a «redefinir» su manera de tener una relación de pareja. Desde el Instituto Asturiano de la Mujer la respuesta abunda en la explicación: «lo que se pretende es responder a la demanda de información de hombres que, por ejemplo, no han dudado en recurrir al teléfono de información y asesoramiento jurídico para las mujeres maltratadas, el 016. Lo que ha propuesto la ministra, en definitiva, es un mecanismo más para sumar a los hombres en el proceso de corrección de las desigualdades entre hombres y mujeres», considera María Fernández Campomanes, directora del Instituto de la Mujer
La visión de los expertos está, como en la política, dividida: Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, considera que la idea del teléfono es una «maniobra de distracción o ventilación de la ansiedad, medidas que son buenas para cualquier persona, pero no para tratar a enfermos con problemas a la hora de controlar sus impulsos, su sexualidad o su agresividad».
Pero la medida tiene sus defensores: «Es importante tratar también al maltratador, porque también es una parte del problema», señala Pilar Sampedro, psicóloga del centro de terapia sexual y familiar de Gijón. «Las medidas para ayudar al agresor siempre son impopulares, pero el problema se debe enfocar globalmente», añade. Para ella este tipo de violencia no tiene por qué tener su raíz en una patología sino «un problema relacional». Sin embargo, Bobes insiste en que suelen ser casos de adicciones a sustancias, con graves patologías como el uso abusivo de sustancias. Para él, la iniciativa sólo tiene «efectos ansiolíticos breves y transitorios» y añade «una cosa es manifestar el estrés y otra que eso cure una patología».